Gráfica Nvidia GeForce 9600GT 1 Gb DDR3 encontrada en la chatarra
Después de comprobar que su funcionamiento es correcto, lo más normal es mirar el estado de la pasta térmica.
Así que soltaremos los cuatro tornillos que hay en la parte trasera y quitaremos el disipador.
En este caso la pasta térmica no estaba muy deteriorada, pero una vez desmontado la limpié con un paño y alcohol y puse pasta nueva.
Despues la extendemos en mi caso uso un guante de látex, y volvemos a montarla.
Este tipo de gráficas disipan el calor a base de un cuerpo de láminas metálicas, que suelen ser de aluminio. Pero a mi en particular no me gusta tocar esas láminas y comprobar que están muy calientes.
Así que siempre intento echar mano de algún cooler que suelo guardar entre mis repuestos, lo atornillo al disipador y lo conecto.
De esta manera conseguiremos una refrigeración más eficiente, fácilmente comprobable con sólo tocar el disipador que anteriormente quedaba a temperatura bastante alta (casi no se podía ni tocar) y que ahora al tacto notaremos que está practicamente frio.
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